Aplicar
la reflexividad en torno a esto proceso histórico y contribuir a la puesta en
valor de la cultura empírica de la escuela y de los saberes que pertenecen al
patrimonio de los enseñantes, es algo que compete a los historiadores de la
educación. Esta tarea es la que permitirá entender e interpretar los modos de
la cultura escolar efectual, la
tradición societaria disponible y otras variables explicativas de cómo la
escuela ha generado sus propias respuestas.